Menorca: Algaiarens y Es Castell
En nuestro último día en Menorca, visitamos primero, temprano por la mañana, la cala de Algaiarens. El acceso era fácil, y como parece normal en la isla, la mitad de la gente practicaba el nudismo.
En muchas playas españolas se ven estas construcciones abandonadas (o prohibidas), una especie de testimonio de la época del boom turístico de la década del '60, donde los hippies encontraron en España su paraíso. Sería una época dorada para una España aún franquista que descubría con asombro, desconfianza y envidia la libertad de costumbres de los turistas extranjeros.
Caminamos por la costa, buscando una zona con menos gente.
Del otro lado de un espigón apareció otra cala mucho más tranquila.
Nadamos, hicimos snorkel, comimos y nos terminamos una cantidad récord de botellas de agua. No importa cuántas lleves, siempre son insuficientes.
Se acababa lo bueno. Nos pusimos en marcha para regresar al aeropuerto, pero antes dimos un paseo por Es Castell.
Y así se acabó Menorca. Volvimos en avión, tarareando Yo soy un tubby, y en un par de horas estábamos en Barcelona. El resto del verano lo pasamos yendo a playas catalanas.
Y aquí un dato para los que valoran venir a vivir aquí: en España las vacaciones son, desde el primer año de trabajo, de unos 23 días laborables al año, un poco más de cuatro semanas, por lo cual es fácil hacer unas tres semanas en verano y dejar el resto para navidad y para hacer puente (no ir a trabajar los días que hay entre un festivo y el fin de semana más próximo). Aunque es más del doble de lo que tenía en Argentina, las vacaciones siempre parecen cortas.