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lunes, julio 05, 2010

Cap Roig y Tortosa

El 13 de agosto pasado fuimos a conocer Cap Roig (Cabo Rojo), una cala más propia de la Costa Brava que de las típicas playas largas y llanas de la provincia de Tarragona.


Apenas llegamos nos metimos inmediatamente al agua. Caminamos un poco por el bosque, y aprovechamos para comer en una enorme terraza situada a metros del mar.




Por la tarde, una vez que tuvimos suficiente playa, fuimos hasta Tortosa, una ciudad que me interesaba conocer por algunas fotos que había visto por la tele. Se ubica cerca del límite sur de Cataluña, a unos pocos kilómetros de la frontera con Valencia.

Durante la Guerra Civil Española, la Batalla del Ebro fue una de las más importantes, y la ciudad quedó prácticamente destruida. En 1966 Franco hizo construir un monumento a los caídos (a los caídos del bando fascista), al cual le han quitado varios símbolos pero aún sobrevive el águila imperial. Allí sigue, polémico, en el medio del río.


Lo que más me gusta de la ciudad es cierta sensación de abandono. Parece que los habitantes de la ciudad han decidido dejar que sus edificios se vayan destruyendo lentamente, por falta de interés o de dinero. Cada tanto se escucha alguna noticia de algún edificio que hace implosión sepultando dentro a sus moradores. En esta foto, a la vera del río, algunas construcciones están ligeramente inclinadas hacia delante y los costados.


Esto creo que es la entrada a la catedral, en obras de restauración. La escalera desapareció.



En la calle abundaban los musulmanes y los gitanos (cada uno en su barrio). Tortosa parece haber sido abandonada por los catalanes en manos de incipientes ghettos, que seguramente se ganan la vida en tareas de campo. Pese a su historia y su patrimonio, no parece que el turismo sea un motor importante de la ciudad.



Me gustan mucho estos edificios en decadencia.


Esto creo que es el interior del Palacio Episcopal, una construcción hermosa y compleja, de la que nos echaron un poco bruscamente ya que ya eran las seis de la tarde.


Pero antes llegué a sacar algunas fotos.



El monumento franquista de la Batalla del Ebro, algo más de cerca, y con el sol de frente para que no se vea nada.


Por toda España se conservan algunas placas conmemorativas. En Cataluña las placas en castellano normalmente son franquistas. Esta en particular posiblemente lo sea, porque recuerda a un tortosí de derechas que llegó a ser alcalde de Madrid, logró luchar contra una epidemia de cólera en la ciudad, y tuvo que dimitir por corrupción. Parece ser uno de esos héroes del pasado de la españolidad.


La destrucción de algunos edificios es total. Detrás de esta elaborada entrada a una iglesia sólo hay escombros y cables aéreos (prácticamente extintos en el resto de Cataluña).


En la que tal vez fuera la plaza central, esta esquina vidriada pide a gritos una segunda oportunidad. En Barcelona, su valor sería incalculable. Aquí, ni siquiera tiene okupas.


Los edificios, como si estuvieran borrachos, se tambalean en diferentes direcciones. Cuando se van hacia delante, necesitan apoyarse en los de enfrente.


Subimos caminando al Castillo de San Juan, iniciado por los romanos pero construido en su mayor parte por los musulmanes. Gran parte de España estuvo bajo dominio musulmán durante 7 siglos, incluyendo a Tortosa. Ahora, la construcción principal funciona como hotel de lujo.



El Castillo controla la ciudad y el río.


Debajo se ve la Catedral, que tiene una forma bastante particular, y a la izquierda, con techos de tejas, el Palacio Episcopal. Es por esta imagen que tenía ganas de conocer Tortosa.


Un buen ejemplo de un edificio vacío, que espera que alguien se decida a invertir en la ciudad reconstruyendo todo su interior. Conozco a unos cuantos catalanes que compran construcciones así, restauran la fachada y otros elementos de interés, y se construyen en su interior una casa de lujo. Esto lamentablemente no es una práctica frecuente entre los gitanos y musulmanes, los habitantes de este casco antiguo. Los sudamericanos tampoco somos muy de restaurar, de hecho. Supongo que es por falta de arraigo.


El Ebro atraviesa la ciudad.



Primer plano de la Catedral



Una de las murallas y de las torres del castillo.


A lo lejos, del otro lado de la ciudad, otra fortificación, conectada por una antigua muralla.


Detrás de la muralla, las antiguas tierras de labranza.


El pozo central, sorprendentemente ancho, protegido con una reja.


Las rampas de acceso, hechas con piedra, intentan mantener el estilo del castillo. Aquí sí ha habido una buena restauración.



Esta estructura, con poleas en las esquinas, me dejó intrigado. Me gustaría saber para qué servía, la verdad.


Parece que un vecino decidió alegrar el barrio pintando su ático de rojo.


Y otro de rosa.


Un servidor, confirmando que la gente hace unas décadas era más baja.


Estaban a punto de sacar a pasear a la virgen, aunque no parecía haber mucha expectación.


El alquiler de este local debe ser barato. Eso sí, yo no haría una ventana en esa pared, que parece sostener medio edificio.


Aquí, un atardecer sobre el río.


Hace un par de años, durante una sequía, hubo cierta polémica porque los valencianos querían que se desviara una parte del Ebro a sus tierras (posiblemente necesitaban abrir otros cien campos de golf ). Los tortosíes y catalanes en general estaban en desacuerdo. De hecho, el Ebro está en retroceso por la cantidad de agua extraída para la agricultura, así que agua no sobra.


Me gustó este edificio, que es en realidad una cadena de comidas rápidas. Nos pedimos un par de bocatas (en Argentina, "sánguches") y nos volvimos al hotel.

6 comentarios:

astur dijo...

Fernando siento ese comentario sobre que los valencianos quieren el agua del Ebro para 100 campos de golf mas.Es muy injusto.Te sugiero que te enteres por ellos para que necesitan los valencianos el agua-
Saludos.

Anónimo dijo...

HOla Fernando, me gustaria poder hablar con vos para realizarte algunas consultas, si es que no te molesta demasiado, estoy planeando un viaje parecido al tuyo y me serviria de mucho tu ayuda. Desde ya muchas gracias.

Gonzalo

gonzaqueen@hotmail.com

Anónimo dijo...

por cuestiones de salud visual por favor avisá la próxima vez que salgas en una foto; así evito el disgusto...gracias

Fernando dijo...

Lo intentaré, pero no prometo nada... La idea era mostrar que las puertas antiguas eran muy bajas, pero es verdad, hay cosas que no se hacen. Agradezco, de todas maneras, que no te hayas sentido estimulado por mi aspecto. Si buscas mejor, seguro que encontrarás en Internet sitios con fotos de hombres que sí te den salud visual y manual.

Saludos...

Andrew dijo...

Hola Fernando:

Te felicito por este excelente blog al que he llegado por pura casualidad.
Me he leído enteros buena parte de tus posts en tan solo dos horas. Me han resultado llenos de admiración e interés.

Por cierto, si no es mucha molestia, te dejo mi mail ya que me gustaría realizarte alguna pequeña consulta y seguir debatiendo sobre los retos apasionantes que aguardan en esta maravillosa ciudad.

andrew.dxt@gmail.com

Saludos!!

Contact Point Solutions dijo...

Hola Fenando, me llamo joana y vivo hace 8 meses en Barcelona. Me gustó mucho el blog y llegué de casualidad. Me gustaría contactarte si no te molesta pero no encontré correo. Mi correo es mi nombre y mi apellido más una A al final, @hotmail.com. Te lo paso paso así por el tema de los search.
joanamartineza

saludos,